Uno de los problemas del parque automovilístico español contra los que quería luchar Pere Navarro era sin duda la antigüedad de los vehículos. No sabemos si seguirá siendo una de las grandes preocupaciones de María Seguí, pero sí que realmente es algo que hay que atajar, aunque no sea en plena crisis el mejor momento para lograr acabar con ello.

Los coches con más de una década de antigüedad, según un estudio, son hasta cuatro veces menos seguros que los más nuevos. El motivo está claro: la tecnología avanza a pasos agigantados y estos coches no tienen el equipamiento que se ha ido incorporando a los nuevos vehículos en los últimos años. Los que tienen más de 10 años sólo tienen un 13% de equipamiento seguro, según leemos en Paso de Peatones.

Mientras tanto, las ventas de coches siguen bajando y con una situación económica tan delicada como la que tenemos ahora mismo en nuestro país, difícilmente se podrá renovar a medio plazo el amplio número de vehículos viejos con los que todavía se circula por nuestras carreteras.