Cuando creíamos que habíamos escuchado suficientes locuras al volante, viene un simpático chihuahua y nos vuelve a sorprender con una historia de lo más irreal. Un episodio que ha terminado en anécdota al no lamentar daños pero que demuestra lo importante que es que los animales no vayan sueltos.

Si el principal motivo que se alude para llevar a las mascotas bien atadas o protegidas en cajas especiales cuando se circula en coche, es que éstas pueden ocasionar la distracción del conductor, tenemos que sumar que hay determinados animales que tienen cierto interés o curiosidad por ponerse al volante. Un razonamiento que se ha visto cumplido con un episodio sucedido en Washington (EEUU).

La casualidad unida a ciertas exigencias del destino hizo que un despistado conductor olvidase poner el freno de mano de su vehículo. Este dato lo aprovechó un espabilado chihuahua, Toby, que aún sin casi llegar al volante logró desplazar el coche ocasionando una colisión. La mujer víctima de la conducción temeraria de este can, no sólo experimentó susto con el choque sino más aún cuando vio la figura de su conductor. Una experiencia de infarto.

Toda una vivencia que este perro y su dueño sobre todo jamás podrán olvidar y que además de dejarnos una historia hasta divertida que es el claro ejemplo de que no se puede consentir tanto a las mascotas o entonces dedicarles un tiempo prudencial para que aprendan a conducir.