Al parecer los gallegos se han tomado en serio los continuos avisos de radares así como las campañas y las reformas de Tráfico desde que se implantase el carnet por puntos. El resultado de los paneles luminosos que advierten de la presencia de un radar a unos metros, no es tomado a broma por los conductores, que han aprendido a respetar estas indicaciones.
Todo ello queda constatado con la caída del 50% de multas en Pontevedra. El principal factor, lo encontramos en lo que hemos mencionado con anterioridad, los radares de velocidad y la fuerte concienciación y respeto que en torno a ellos se ha creado. Los gallegos están más pendientes del cuentakilómetros como lo demuestra el descenso generalizado de multas de velocidad en toda la comunidad y realmente acusado en Pontevedra.
La necesidad de ahorrar y de que el coche no suponga por las multas un exceso económico ha calado hondo en las tierras gallegas. Esto unido a que muchos conductores para evitar peajes se han desplazado a carreteras convencionales (que cuentan con menor número de radares), ha logrado que las sanciones por el motivo de velocidad hayan tenido este descenso tan acusado. En total cuentan con 26 dispositivos de control, repartidos en 52 puntos de las carreteras. Y aunque el número es elevado, la lección está aprendida e interiorizada y ante los avisos, los conductores gallegos prefieren ya pisar el freno.