Todos aquellos conductores que quieran pasar sus días de vacaciones en algún rincón de Francia y piensen hacer la travesía por carretera, que metan de lo primero en la maleta el etilómetro para tenerlo a mano en el coche o el primer gasto del viaje irá dirigido al pago de una multa dictada por las autoridades francesas.

La normativa de la obligatoriedad de llevar en el vehículo un etilómetro homologado cuando se circule por las carreteras francesas, entró en vigor el pasado 1 de julio y ahora es la Dirección General de Tráfico, DGT, la que hace un recordatorio para que todos los conductores tanto franceses como extranjeros puedan esquivar tranquilamente la multa de 11 euros que implica no llevar consigo dicho etilómetro.

Sin embargo como en todo hay excepciones, algunos podrán circular tranquilamente por el territorio galo sin la exigencia de portar obligatoriamente un etilómetro. Con esto nos estamos refiriendo a todos aquéllos que lleven ciclomotores de cilindrada inferior o igual a 50cm cúbicos y aquellos conductores de vehículos que estén equipados con etilómetro antiarranque. Para el resto, no hay posible negociación y la solución más fácil y al alcance empieza por los etilómetros químicos dado su bajo precio y disponibilidad en muchos establecimientos, gasolineras e incluso Internet.