Simular que se cruza un paso de cebra como un peatón cualquiera, es la estrategia de la policía para lograr multas de tráfico a los conductores que no paren. Una artimaña que repiten hasta la saciedad para comprobar que los vehículos no siempre se detienen ante un paso de peatones, aprovechando el anonimato. Unas multas de tráfico inesperadas y con muy mala intención.
Como si se tratase de una escena de teatro, de una representación, la policía de Somerville, Massachusetts, se despoja de su uniforme habitual y con total normalidad se acerca a los pasos de cebra. El objetivo es poner multas a los conductores que no paren y para ello se dedican a cruzar repetidamente por el mismo lugar sin levantar ninguna sospecha de que se tratan realmente de agentes sancionando.
Sin embargo la repetición continua de la acción, genera curiosidad y un testigo de la escena, decide grabar un vídeo que posteriormente sirve para entender lo que realmente está pasando. Son unas trampas de la policía, destinadas a que de manera radical se consigan respetar los pasos de cebra a base de multas de tráfico sin ningún aviso. De esta forma encubierta, pueden conocer la manera de obrar realmente de los conductores.
Rebasar límites éticos para poner multas
Una acción demasiado drástica y poco ética aunque el fin sea velar por la seguridad de los peatones, ¿hasta qué punto se deben rebasar los límites con el fin de conseguir multas de tráfico? La suerte es que estas artimañas nos pillen lejos y que no tengan visos de ser práctica habitual en nuestro país. Suficientes métodos se emplean y radares ocultos para lograr las multas de los conductores.
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