No es radar todo lo que parece y aunque somos conscientes de la gran cantidad de dispositivos de control que hay en las carreteras de la geografía española y de la poca piedad que tienen a la hora de hacer la vista gorda con las multas, en muchos casos se tratan de radares falsos, destinados a despistar y alertar a los conductores. Os enseñamos a distinguirlos.
Cualquier aparato encima de una cabina o infraestructura sospechosa, supone para los conductores una señal de alerta de que están siendo vigilados por radares de velocidad. Sin embargo en las carreteras existen muchos falsos radares, que no tienen capacidad para realizar instantáneas y que obedecen a labores intimidatorias o a otras inocentes funciones.
Entre este tipo de controles falsos, destacan por ser muy similares a los radares tradicionales, las comunes cabinas situadas en los lados de las carreteras. Normalmente suelen ser el paso previo para la instalación de un radar y se diferencian de un radar original en que a éstas les falta el orificio o agujero por el que se captaría la imagen del conductor infractor. Un detalle demasiado pequeño para ser controlado en un momento fugaz, pero que nos muestra como no toda infraestructura en la carretera tiene la misión de multar.
Del mismo modo los falsos radares que más despistan a los conductores, son los que se sitúan encima de algunas farolas o puentes, que lejos de intentar cazar en una instantánea la infracción de un conductor tratan cumplir la función de contadores de tráfico, determinando el volumen de coches en las carreteras o se tratan a su vez de células fotovoltaicas para en el caso de las farolas, suministrar energía para que éstas se iluminen.
Con estos ejemplos, unido a los lectores de matrículas que podemos encontrar en aparcamientos principalmente de ciudades para llevar un control más exhaustivo del tiempo que el vehículo permanece estacionado, tendríamos un buen elenco de lo que se conocen como ‘falsos radares’ que no nos deben de hacer perder los nervios si en un momento puntual pisamos el acelerador más de la cuenta.
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