DGT prohíbe a sus agentes la utilización del móvil de servicio

Hoy en día todo el mundo es susceptible de ser captado en una instantánea con las últimas tecnologías móviles y precisamente para que no se produzcan fotografías que puedan cuestionar el trabajo de los agentes y avergonzar a la Dirección General de Tráfico (DGT), ésta, ha declarado una prohibición directa de utilización del móvil bajo castigo de elevadas multas de tráfico.

Para que no se despisten y estén atentos al verdadero cometido que les ocupa, velar por la seguridad en las carreteras españolas, la DGT se ha puesto especialmente dura con los agentes de tráfico y la utilización que estos puedan hacer del móvil en sus ratos de servicio. Por ello aplicando la mano firme y desde el 23 de enero se remitió a los agentes de la Agrupación de Tráfico de una circular interna donde queda claramente especificado que «el uso del teléfono móvil y sus aplicaciones, durante la práctica del servicio queda terminantemente prohibido salvo situaciones puntuales, excepcionales o de emergencia».

Este aviso destinado a evitar que se comiencen a imponer multas por este motivo, guarda una estrecha relación con imágenes recientes en las que aunque no en nuestro país se podía ver como un agente de servicio jugaba al póquer al volante o numerosas instantáneas que circulan por las redes en las que las autoridades van con su móvil mientras conducen, haciendo caso omiso a la infracción que cuesta a los ciudadanos 200 euros de multa y la pérdida de 3 puntos del carnet.

Por ello para evitar que se le saquen los colores y que se generalice un comportamiento completamente castigado, Tráfico ha dado su primer aviso, antes de que alguna conducta abusiva degenere en una sanción disciplinaria. Esto también afectaría a las comunicaciones de asuntos oficiales, donde se ha exigido también a los agentes que no utilicen su móvil particular para hacerlos públicos. Un peligro para la confidencialidad y para el trabajo diario. Un aviso y prohibición que por ahora no tendrá más consecuencias si se mantiene lo establecido, sino puede que termine en el famoso ‘cazador cazado’.