La vida está llena de casualidades y aunque muchos vean en esto una persecución, lo cierto es que el coche de Esperanza Aguirre vuelve a ser noticia y otra vez por el mismo motivo. El destino ha querido que los mismos agentes de Movilidad que estuvieron presentes en el incidente de tráfico de la expresidenta del PP madrileño, también repitan multa en este escenario.
El círculo de la vida nos traslada casi a una escena que hace unos meses se convirtió en totalmente mediática. De nuevo el coche de Esperanza Aguirre, un Toyota Verso Blanco, como protagonista con la salvedad de que esta vez no era conducido por la política sino por un empleado del servicio, Fernando Ramírez de Haro. El motivo para resultar cómico, lleva a un estacionamiento indebido, concretamente un aparcamiento en doble fila en la Calle Ferraz a la altura del número 98.
Lo curioso de este episodio que es una buena muestra de que el hombre es el ser capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, es que en la escena y para multar tal infracción estaban presentes dos de los seis Agentes de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid que habían intervenido en el anterior incidente protagonizado por Esperanza Aguirre. Un hecho que ha causado ciertos recelos en el entorno de la política.
Una última multa que ha enfadado al PP
Una incredulidad y también enfado en dicho ambiente, motivado por una «persecución contra este caso», considerando que la revelación de esta nueva sanción era completamente innecesaria y que ha sido motivada por el morbo y revuelo del anterior suceso, aunque de manera contraria en este último episodio sea todo por rebote.
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