Si hay un foco que de verdad teme las multas de tráfico es el de los transportistas que su trabajo transcurre en la carretera. Su preocupación se concentra ahora en la nueva campaña intensiva que Francia ha establecido en sus vías y que incrementa el precio de las sanciones hasta en un 400% si éstas no se abonan antes de los 75 días desde la notificación de la multa.
Durante estos días Francia está sometiendo a su examen más riguroso tanto las vías interurbanas como las travesías para controlar que los límites de velocidad se cumplan en sus carreteras. El castigo resulta en este caso especialmente duro para los que frecuenten estas vías, afectando principalmente a las empresas transportistas españolas que con estas drásticas medidas están ya recibiendo «un volumen importante de notificaciones de denuncia por ese motivo», tal como han corroborado desde la asociación Fenadismer, especializada en transporte.
Para poder ejercer este control tan riguroso se han dispuesto en las carreteras galas de una mayor vigilancia a través de radares, así como de los dispositivos instalados en semáforos. A esto se le han unido controles sorpresas por parte de los agentes franceses que han aunado esfuerzos para luchar contra su particular cruzada de la velocidad en las vías.
Margen de error distinto y más estricto
Esta campaña resulta especialmente agresiva, así como sus resultados transformados en multas de tráfico, dado que hay que tener en cuenta que el margen de error que permiten las autoridades francesas respecto a los límites de velocidad establecidos es del 5% en el caso de los radares fijos y del 10% para los dispositivos móviles. Esto lleva a que en caso de que estemos ante una multa de tráfico por un exceso de velocidad inferior a 20 km/h, su importe sería de 90 euros siempre que se pague dentro del primer mes y medio de plazo. En caso de superar el plazo de dos meses y medio, la multa podría llegar a los 400 euros.
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