La sangría de las multas de tráfico en España

No se trata de un rumor o de una sensación que tengan unos pocos. Los argumentos y datos han dado la razón a los conductores enfadados y ahora bajo un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha demostrado la auténtica sangría de multas que sufren los ciudadanos en España.

Lo llevábamos advirtiendo desde hace mucho tiempo y ahora bajo un estudio exhaustivo se nos ha dado la razón. El crecimiento desmedido y completamente interesado de las sanciones por motivos de tráfico en nuestro país ha llegado a un punto de no retorno. La ignorancia ya no es la baza con la que cuentan desde administraciones, ayuntamientos y municipios porque los conductores saben muy bien a lo que se enfrentan: a una auténtica sangría de multas de tráfico para mitigar demasiados gastos que durante años se permitieron y que ahora se pagan a través de esta vía fácil.

La OCU estas intuiciones las ha convertido en cifras, asegurando que uno de cada cuatro conductores españoles fueron sancionados en 2013 lo que en datos generales nos lleva a un importe total de unos 658 millones de euros al año que han ido a parar a las arcas del Estado. Por ello partiendo de esta base se ha decidido consultar directamente a los afectados a través de una encuesta realizada a 1.257 automovilistas de entre 18 y 65 años.

Los resultados no han supuesto ninguna sorpresa y la inmensa mayoría considera que las sanciones están a la orden del día, muchas veces impuestas casi sin motivo. El exceso de celo, el interés por mantener los incentivos y prestaciones y el incremento de radares en las carreteras y aéreos han generado un equipo en los últimos tiempos para que no se escape ningún detalle al ojo de las autoridades. Y entre todas las infracciones captadas justamente la velocidad, los excesos con alcohol y los malos aparcamientos siguen estando en la cima de los principales motivos sancionables en los conductores.

Hábitos nada convenientes con la seguridad vial que merecen su justo castigo, aunque el número de multas sea desproporcionado y la crisis sirva de paraguas para lograr a través de este método un afán recaudatorio en demasiadas ocasiones.