Creímos que se convertiría en la nueva moda, dado que en pocos días fue uno de los motivos estrella que marcaba el número de sanciones al alza. Se llegó en 28 minutos a multar por esta razón a 13 conductores y ahora se ha determinado que este tipo de castigo era excesivo anulando dichas sanciones.
Después de generar toda una polémica y de meter el miedo en el cuerpo de los conductores ante una multa de tráfico tan inesperada como excesiva, el Concello de Poio ha decidido anular las multas de tráfico por los giros de cuello. Estas sanciones que castigaban la acción de torcer la cabeza más de 45 grados y que tuvieron lugar el 18 de abril implicaron a trece automovilistas el mismo día y en 28 minutos. Unas cifras que estuvieron acompañadas en todo momento por la polémica y cuestionadas por el excesivo celo que los dos agentes habían tenido a la hora de multar.
Precisamente un rigor más que desmesurado es el motivo que ha llevado a la retirada de estas sanciones y a que el Ayuntamiento proceda ahora a la devolución del dinero a aquellos conductores que ya abonaron en su día la multa de tráfico. La presunción de veracidad de los agentes que era la razón en la que se amparaba todo, consideran ahora como insuficiente y que tendría que venir en este caso amparada por algún medio, testigo o prueba que determinase los hechos.
Un rigor tan excesivo como recaudatorio
Y es que lo que más llama la atención del caso es que esta infracción, partiese por la visión de un radar móvil que fue lo que supuestamente provocó el giro de cuello de los conductores sancionados, todo ello en un margen de 28 minutos y en un único día frente a los 365 días del año restantes. Además el edil considera que en este caso es una infracción de «peligro abstracto», además de parecerle difícil «conducir durante varios segundos con el cuello girado en una situación de tráfico denso sin que se produzca una colisión frontal».
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