La forma hasta ahora más inteligente de radares que se ha visto en nuestras carreteras, resulta ya una realidad con la implantación de los dispositivos que distinguen el tipo de vehículos a los que multan. Una medida que busca aplicar a cada tipo de vehículo los límites de velocidad que le corresponden como forma de seguridad.
Tanto si hablamos de radares fijos como móviles, tendremos que tener en cuenta que ambos presentan ya la particularidad de que pueden ver más allá de lo que se cree. No contentos con medir con lupa y cierto rigor desmedido la velocidad, ahora también delimitan con precisión, ésta, según se trate el vehículo. De esta forma controlarán que los camiones, autobuses y furgonetas no se equiparen a la velocidad de los turismos y motocicletas.
Una medida que busca ofrecer un estricto cumplimiento de los límites para garantizar la seguridad de las vías. Tráfico está muy concienciado con la reducción de siniestros en carretera y para ello ha habilitado esta iniciativa con los radares que ya se encuentran a pleno rendimiento, junto otras normas, formando lo que se ha bautizado como el ‘plan de gestión de velocidad’.
El poder y cambio de los radares
Dentro de este proyecto, especial importancia adquieren los radares, incluyendo la visibilidad de estos dispositivos y su ubicación a través de un listado que aparecerá en la web de la Dirección General de Tráfico, en un plazo estimado de dos meses. También se ha unificado el umbral de velocidad de los radares con el denominado umbral de ‘Tolerancia 7’ por el que multarán a los vehículos cuando el conductor supere los 7 kilómetros por hora el límite establecido, si estos son inferiores a 100 kilómetros por hora.
En caso de superar los 100 kilómetros por hora, la sanción se impondrá a 109 kilómetros por hora, cuando el límite sea 110, la sanción será desde 120 y cuando estemos en un límite de 120 se multará a partir de los 131 km/h.
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