Tal y como ya hicieran en la ciudad argentina de Buenos Aires, la policía de Córdoba (también en Argentina) está probando el nuevo método para poner multas integrando cámaras en el casco de los agentes motorizados.
A partir de ahora, algunos agentes de la ciudad de Córdoba, en Argentina, probarán unos nuevos dispositivos que agilizarán el proceso de poner una multa. Así, llevarán integrada en sus cascos una cámara Garmin Virb Elite, que controlará a los conductores. La finalidad de este dispositivo es, de hecho, la de controlar y, en su caso, poner una multa, a aquellos que estacionen en zonas no autorizadas o en doble fila.
Las Garmin Virb Elite registran en vídeo a los coches mal aparcados en una zona. Esas grabaciones son las que el agente de policía lleva a la comisaría al final del día para, tras conectar la cámara al ordenador mediante el puerto USB, dejar que un software especial detecte la marca y modelo del coche, la matrícula y al propietario, así como el lugar, la fecha y la hora de la infracción. Con estos datos, un agente ya puede ordenar la multa correspondiente y enviarla al domicilio del sancionado.
Multas en pruebas
No obstante, este método de poner multas no ha sido aún implantado en los cascos de todos los agentes. Así pues, son sólo 8 cámaras de las que dispone la policía de la ciudad, que lo está utilizando en pruebas. En cualquier caso, no parece que quepan muchas dudas: podrían poner hasta 40.000 multas al mes.
Parece evidente que se va a disparar el número de multas, especialmente por el ahorro de tiempo que supondrá a los agentes.
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