Con la idea de incentivar el tráfico de unas vías que se encuentran en quiebra la gran banca que sostiene el peso económico de estas infraestructuras, ha puesto una iniciativa en la mesa que se basa en suprimir los radares en estas vías y de esta forma garantizar que más vehículos se vean atraídos por esta propuesta y por la circulación de dichas vías.
¿Sería una garantía que los conductores pudiesen circular por una autopista radial sin radares y casi sin tráfico? Bajo esta propuesta atractiva la banca plantea que los amantes de la tranquilidad y también de la velocidad puedan contar con unas vías para ello, aunque sean a pago. Esta iniciativa que pretende vender como último recurso más rapidez para alcanzar los destinos, sin riesgos de multas, es el resultado de una medida in extremis para salvar las radiales que se encuentran en quiebra. Un juego peligroso que puede enfrentar a Fomento con Interior.
Tanto bancos como las concesionarias se encuentran a la espera de posibles medidas por parte del Departamento que dirige Ana Pastor para intentar salvar unas vías que se encuentran en la actualidad con una pesada deuda que gira en torno a los 4.600 millones de euros. Como una hipotética solución al respecto una entidad aportó la idea de la supresión de radares para que se negociase con Fomento.
Enfrentamiento con los principios de seguridad vial
Una propuesta que implicaría en caso de recibir algún apoyo por parte de Fomento, su enfrentamiento con el Ministerio de Interior del que dependen la DGT y la seguridad vial al devaluar el sentido con su política de radares en las carreteras, como una forma de control para garantizar la seguridad y no un pretexto que sirva para correr más en determinadas vías.
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