Nos encanta la magia y más en estas fechas y resulta realmente del todo asombroso si a través de ella se puede en un momento puntual escapar de las multas de tráfico. Un ejemplo de los milagros que hace la Navidad, aunque la mejor baza para librarse de las sanciones sigan siendo los recursos puntuales además de un buen asesoramiento.
No se trata de que a través de la magia, este afortunado mago hiciera desaparecer la multa. Eso todavía no está inventado. Lo que hizo para lograr esta proeza, resulta más meritorio, debido a que consiguió meterse en el bolsillo a dos agentes que no dudaban en sancionarle por una infracción de exceso de velocidad. A través de una buena y divertida presentación y el halo de misterio que implica siempre esta profesión, logró su cometido en un tiempo récord.
El protagonista de esta noticia Steven Brundage, volvía a casa, cerca de la ciudad de Nueva York, después de haber acudido a una fiesta, cuando fue sorprendido por dos agentes circulando por encima de la velocidad permitida en la vía. Los hechos de la historia dieron un giro, cuando los agentes se acercaron para notificarle de la infracción y repararon de la presencia de una baraja de cartas en el asiento del copiloto. Detalle que les llevó a pecar de curiosos y a preguntar al conductor por los motivos que tenía para que estuvieran todas esas cartas en ese lugar. En ese momento empezó la actuación del mago.
La auténtica proeza, librarse de la multa de tráfico
Al contar con la presencia de un ilusionista los agentes no dudaron en plantearle un reto a este joven. No se trataba de un truco al uso, sino que éste tenía que completar un cubo de Rubik, el famoso rompecabezas, en menos de un segundo. Utilizando la magia de por medio para amenizar esta corta espera, lo hizo en el tiempo prometido y con ello causó la impresión de los agentes, que decidieron no sancionarle. Tal vez eso sea lo realmente mágico del suceso…
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