Las primeras campañas de radares no se han hecho esperar en el centro de la ciudad, para garantizar que se respeta el nuevo límite de velocidad 30 impuesto en todo el anillo interior de Valencia. Una nueva vía para la recaudación que busca a golpe de multas, concienciar a los conductores.
Desde el 1 de septiembre, la ciudad de Valencia cuenta con una importante novedad en la conducción por sus calles. La restricción de velocidad a 30 kilómetros por hora en sus vías más emblemáticas y céntricas es toda una realidad y para preservar esta nueva norma, desde el Ayuntamiento no dudan en funcionar a golpe de radar para controlar.
De esta forma la primera campaña de radar no se ha hecho esperar y tanto los controles de la Policía Local como de la Dirección General de Tráfico (DGT), se han apostado en el centro más neurálgico para mentalizar a los conductores de las nuevas normativas, partiendo de la calle Paz. Unas medidas que en palabras de la concejala de Seguridad Ciudadana, Sandra Gómez llevarán a que «dos veces por semana se hagan controles en distintos puntos de las calles delimitadas como zona 30″.
Más radares móviles para multar
Una acción que no resultará aislada y que también se combinará con la ubicación de radares móviles en las conocidas como vías rápidas, como podría ser el bulevar sur o la ronda norte de la ciudad. Un propósito claro de enseñar y aprender en función de más radares y multas en la ciudad.
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