Los casos de corrupción que han saltado en distintos ayuntamientos de la Península nos han dejado ver como un iceberg, nada más que la punta de unas tramas complejas que abarcan muchas áreas. Y si la operación Pokémon ha puesto en entredicho la honradez y las funciones del exconcejal de Lugo Francisco Fernández Liñares, en torno a este caso, aparecen nuevas ilegalidades que favorecen a unos pocos privilegiados. Al parecer se ha podido comprobar como coches que la grúa municipal se llevaba al depósito, eran retirados por los mismos infractores sin pagar ningún tipo de multa.
Todo parece indicar que no sólo estos privilegiados no tenían que pagar ninguna cuantía económica por sanción, sino que además las multas eran borradas de los registros por parte de algún funcionario que por aquel entonces ostentaría algún cargo dentro del organigrama de la Policía Local, para no dejar ningún tipo de huellas. Un hecho grave que implica en estas corruptelas también a miembros de la Policía de Lugo que velaban por sus intereses y favores incluyendo para ello a sus propias mujeres en los trabajos de los servicios de la ORA.
Según las cuentas, los privilegiados que se libraron de pagar multas se ahorraron más de 100 euros tanto por las sanciones como por el propio servicio de grúa cuya tarifa actualmente es de 40 euros por el remolque a la nave del polígono industrial, más un euro por cada hora de depósito. Un entramado que está comenzando a desvelarse y que muestra una vez más como unos pocos con dinero y poder se libran de todas las multas e infracciones que cometen.
Algunos se ahorran hasta estancias en la cárcel.
La lista es larga, no cabe aquí.