El culebrón Uber da un giro radical en su historia y tras haber sido cerrada en España por orden judicial, vuelve a estar en boca de todos por empezar de cero y hacerse un hueco, esta vez, dentro del ámbito legal.
Uber la aplicación móvil que competía con el sector del taxi y que desde sus inicios ha estado en el centro de toda polémica, vuelve al panorama mediático pero con la lección bien aprendida en este caso para poder funcionar al amparo de la legalidad. Uber vuelve a ofrecer su transporte en las grandes ciudades con la condición de contar únicamente con conductores profesionales.
Se trata de un cambio muy importante para la empresa, que desde ahora sólo ofrecerá la posibilidad de cobrar por sus servicios de traslado de personas en coche, siempre que disponga de vehículos con licencia de Vehículo de Turismo con Conductor (VTC), es decir, con una autorización expresa que permita el transporte de personas de forma legal.
De esta forma la empresa norteamericana da marcha atrás y deja a un lado su modelo que permitía el transporte público en cualquier vehículo particular, generando con ello una clara competencia desleal al sector del taxi, que no tardó en alzar sus voces en contra.
Los compromisos del nuevo Uber
«Hemos cometido errores. Seguimos creyendo en nuestro modelo de negocio pero España quizás no está lo suficientemente madura para asumir que particulares ofrezcan estos servicios», ha explicado Carles Lloret, responsable de la empresa en España.
Entre los nuevos compromisos con los que Uber quiere partir de cero y adoptar nueva imagen, destacan el trabajo de una plantilla formada exclusivamente por conductores profesionales, elevar el nivel de exigencias de dichos conductores, además de colaborar con la policía ofreciendo información de los ingresos de los distintos conductores.
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