El único radar de velocidad que tiene la Dirección General de Tráfico (DGT) instalado en el casco urbano de Valladolid ha dado un buen susto a decenas de conductores durante días, al multar sin ningún miramiento a los que pasaron por el tramo de carril de la ronda, entre el camino de Hornillos y la carretera de Soria, aunque no hubiese ninguna legalidad ni justificación en la acción realizada.
Al parecer un fallo de configuración en la cámara del radar de velocidad, fue la responsable de que centenares de multas les fueran impuestas a los conductores que circulaban por el polémico tramo. Este aparente motivo responde al causante de que se disparara la temida foto a los conductores que pasasen de 50 kilómetros por hora, aunque en esta zona esté permitido claramente y señalizado que se puede llevar una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora.
Los conductores estupefactos que recibieron las multas de tráfico por valor de 100 euros por ir en algunos casos extremos a 51 kilómetros por hora, han tenido constancia de que esas sanciones serán anuladas al corresponder a un fallo y poder demostrar que estaban conduciendo bien, respetando en todo momento los indicadores de velocidad.
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