Suele ser habitual que un usuario de Internet, si ve que hay un control de tráfico en algún punto mientras va circulando, avise a algún colega. Con la llegada de Internet, el asunto ha cambiado de forma, pero no de fondo. Sigue siendo normal que se avise a los amigos, sólo que ahora se hace vía redes sociales; ya sea Facebook, ya sea Twitter.
Sin embargo, al Gobierno brasileño no le gusta que los internautas hagan esto, según informa la BBC, y ha presentado una demanda contra la red de microblogging: le pide que retire todos los perfiles que informan a los brasileños de controles de tráfico y radares.
Pero no queda aquí el asunto censurador, el Defensor del Estado le pide a Twitter 220.000 euros por cada día que no cumpla. Una medida más que censora que no hace otra cosa que impedir que fluya la información entre los usuarios de manera libre y que, aunque la red social aún no ha dicho cómo va a actuar, seguro que mucha gracia no le ha hecho.
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