Las disputas familiares pueden hacernos en un momento puntual no atender a razones. En pleno acaloramiento los trapos sucios no tienen ningún problema en salir de los armarios y hasta hacernos terminar muy mal. Tanto es así que podemos vernos con la misma familia a cuestas encima del coche y un episodio de conducción temeraria pendiente de juicio.
Una historia muy pasional que puede costarle muy cara a una vecina de Gijón que en plena discusión con su cuñada no dudó en recorrer hasta 5 kilómetros con su familiar encima del coche, en pleno momento de enfado. Este relato cuenta con todos los ingredientes propios de un culebrón, pero lejos de producirse al otro lado del charco, el susto ha quedado en Gijón y la polémica servida para todos.
Entre los motivos que llevaron a no atender razones y a practicar un claro ejemplo de conducción temeraria que podría costarle en el peor de los casos siete años de cárcel como pide la acusación particular por un hecho de tentativa de homicidio, está la posesión de una finca de 25.000 metros cuadrados. Un ingrediente más para aderezar la ensalada de pasiones que casi pudo terminar en tragedia.
El hecho es que tras la fuerte discusión a la imputada no le importó que su propia cuñada fuese agarrada al techo durante cinco kilómetros, justificando su respuesta en que ella misma había decidido ponerse encima para impedir su marcha del lugar. Finalmente un conductor que pasaba afortunadamente en ese momento, contempló atónito la escena y logró la detención del vehículo, poniendo a salvo a una excitada cuñada. Pelea que ahora se lleva en los tribunales donde la finca ha pasado por desgracia a un tercer plano.
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