Si los resultados de accidentes en carreteras se han visto reducidos este año y son bastante alentadores, por el contrario en las ciudades se sigue experimentando una elevada siniestralidad. Unas cifras que preocupan a la Dirección General de Tráfico (DGT) y que han animado a mantener una reunión con alcaldes de las ciudades para pedirles que aumenten sus esfuerzos en la seguridad vial de las ciudades.

En total se han reunido con alcaldes y concejales de 68 ciudades españolas con más de 100.000 habitantes. El objetivo era muy claro: incrementar las medidas para reducir los accidentes de tráfico en las zonas urbanas. Esto implica mayores exigencias ante una serie de asignaturas obligatorias tales como el permanente uso del casco y del cinturón de seguridad.

Entre las ideas que han prosperado de esta reunión destaca una con especial fuerza que implicaría en caso de que se terminase estimando como posible, la reducción de velocidad en determinadas calles de las ciudades. Esto supondría cambiar límites en algunas calles a 20 ó 30 km/h para lograr mayor tiempo de reacción y menores consecuencias en casos de atropello, el principal problema que acusan los peatones en las ciudades. Una reducción extra a lo que se espera que entre en vigor con la nueva Ley de Tráfico que ya acota un poco en determinadas zonas y circunstancias la velocidad urbana.

Del mismo modo, la otra petición o conclusión que se saca de esta reunión tiene que ver con los sistemas de seguridad, tales como cascos, cinturones o sillitas infantiles que se convierten en imprescindibles y que no son ni sustituibles ni revisables en ciudad. Su uso obligatorio será mirado con lupa puesto que ha sido la gran medida en la que desde los ayuntamientos se tendrá que poner especial «énfasis» a lo largo de estos meses.