Ser la autoridad y tener la capacidad de poner y quitar multas de tráfico es una responsabilidad que queda demasiado grande a algunas personas. Un caso bastante frecuente en donde entran en juego sobornos, amiguismos e incentivos que vuelve a repetirse y que ahora cuentan con nuevas caras tanto de protagonistas como de personas favorecidas.
En este caso se trata de dos funcionarios de la Jefatura de Tráfico de Navarra que han visto como por su manipulación descarada de expedientes y evitando que conocidos ex futbolistas de Osasuna y empresarios hicieran frente a multas de tráfico, han terminado condenados a dos años de prisión aunque al no contar con antecedentes se quedará la pena en sólo una elevada sanción económica.
El modus operandi de estos agentes que habrían librado de pagar multas de tráfico a exjugadores de Osasuna como Javier Camuñas, Walter Pandiani, Ludovic Delporte, Roversio Rodrigues y el gerente del club, Ángel Vizcay y empresarios como Manuel Entrecanales, impedían desde sus puestos de trabajo que se cobrasen estas sanciones a través de pretextos burocráticos o simplemente archivándolas en cajones para que no salieran más a la luz.
Un poder administrativo demasiado grande que ha salido a la luz causando estupor en una sociedad cada vez más cansada de cargar y pagar por los errores movidos por la ambición que siempre pretenden salvar a unos pocos. Pero en este caso la historia ha terminado con el pago de sendas indemnizaciones de 12.000 euros a la Dirección General de Tráfico (DGT), una elevada multa económica y por supuesto las puertas cerradas para volver a ejercer cualquier cargo público en esas áreas de la administración.
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