La historia de la que hoy vamos a hablar no es actualidad ferviente, pero tiene su aquel aún así. La hemos leído en Coches.com y nos hemos quedado sorprendidos: el protagonista es un policía que se multó a sí mismo por haber aparcado mal.
Eso sí, esto que desde un primer momento podía parecer un acto de responsabilidad y ética por parte de agente, no es tanto así. Por partes: el policía iba a multar a un coche que estaba mal aparcado y para ello dejó su propio coche también mal estacionado. Pero mientras él multaba, dos personas fotografiaron el coche patrulla con lo que el agente se vio ‘obligado’ a multarse a sí mismo.
Además, estos dos vecinos que le hicieron la foto, no eran desconocidos para el agente, lo que da un punto más de rocambolismo a la historia: meses antes habían sido denunciados por lesiones y desacato a la autoridad. Ellos dicen que cometió prevaricación, pues solo se multó cuando vio que había sido ‘pillado’ y que además "el policía se aplicó una sanción de 50 euros, cuando la multa correcta ha de ser de 90 euros".
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