La tecnología en este caso de EEUU nos deja un nuevo instrumento para combatir de la forma más radical, una de las infracciones que más atenta contra la seguridad vial: la ingesta de alcohol en la conducción. Para ello surge un sistema Driver Alcohol Detection System for Safety (DADSS) que impide arrancar el coche en caso de detectar que se supere la tasa de alcohol permitida en sangre.
La famosa frase de «yo controlo» tiene los días contados, dado que el estado del conductor será revisado y examinado por un nuevo sistema, que será el que decida si tenemos verdadero control de nuestras capacidades para asumir la responsabilidad de estar al volante. Una creación de la National Highway Traffic Safety Agency, agencia vinculada al gobierno de EEUU que ha buscado con DADSS disminuir el número de fallecidos en carretera por culpa de la bebida.
Terminar sin ninguna excepción con tan mala práctica, todavía no será real, dado que este sistema que impide que el vehículo arranque si detecta que se ha superado la tasa de alcohol permitida, podría tardar 8 años en aparecer en los mercados. Sin embargo hasta llegar a ese momento, podemos ir conociendo las particularidades del sistema más combativo hasta el momento con el alcohol al volante.
Integrados alcoholímetros pasivos
El denominado DADSS puede medir la cantidad de alcohol en sangre del conductor en menos de un segundo y si éste supera o no los límites legales. Si el resultado es positivo, el conductor por más que quiera o lo necesite, no podrá arrancar. Esto se debe a que el sistema está formado por un alcoholímetro pasivo, instalado en el volante o integrado en la puerta del conductor, que detectaría en el aliento el nivel de alcohol del conductor.
A falta de esta medida, habría un segundo alcoholímetro añadido en el botón de encendido del motor o incluso en la palanca de cambios, para que el control fuese máximo y de ninguna forma existiese escapatoria para los que todavía obvian que si se bebe no se tiene que coger el coche.
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