El cambio de la Ley de Seguridad Vial traerá muchas novedades para los conductores. Unas más y menos polémicas y entre todas ellas una idea que no gusta a los ciudadanos porque la ven extremadamente peligrosa y llamativa de cara al afán recaudatorio. Las multas de tráfico diferido son el nuevo objetivo a intentar modificar o eliminar de la Reforma de Tráfico que se tramita en el Senado.
El hecho de que un agente pueda multar sin llegar a parar al infractor es lo que daría alas este cambio en la ley. Un punto que preocupa especialmente a los conductores dado que permitiría a los agentes estar menos pendientes del tráfico y más ligeros a la hora de poner multas sin llegar a la comprobación. Una idea realmente peligrosa en este tiempo, en el que la crisis se ha convertido en la mejor excusa para la proliferación de sanciones a fin de subsanar agujeros económicos en ayuntamientos, ciudades y municipios.
Para ello se solicita a los grupos parlamentarios que opinen respecto a este punto e intenten frenar esta medida que en la actualidad se tramita junto al resto de puntos de esta Reforma en el Senado. El argumento que se utiliza siempre es el mismo, este postulado podría dar cobertura y amparo legal a una serie de actuaciones ilegales convertidas en multas de tráfico con muy poco trabajo.
Y esto lo asumirían como consecuencias los conductores que quedarían en una situación bastante delicada de desamparo jurídico. Por ello y aprovechando los últimos cartuchos antes de que sea demasiado tarde y entre en vigor seguirán alzándose voces en contra de lo que será seguramente utilizado en un futuro como un poderoso instrumento recaudador.
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