Si estás sentado delante de un ordenador, haz una cosa: fíjate en tu postura. ¿Tienes la espalda recta? ¿Los brazos bien colocados? Seguramente no: tendemos a tirarnos de mala manera, haciendo daño a nuestra espalda. Pero no solo mientras estás en tu casa navegando por Internet: lo mismo ocurre en el trabajo y, cómo no, a la hora de conducir.

¿Eres consciente de tu postura habitual a la hora de conducir? Debes serlo: además de ser bueno para tu salud por motivos obvios, también lo es por motivos de seguridad.

Es posible que en tu coche puedas regular volante, asiento, respaldo, reposacabezas… y hasta la altura del cinturón de seguridad. No dudes en hacerlo. Al final habrás de quedarte sentado con la espalda recta, o bien un poco inclinada, pero sin llegar a estar semi tumbado (obviamente). Las manos en el volante habrán de estar colocadas como si marcaras en un reloj las 10 y 10. Cuando ya estés en la postura correcta, pasa a regular los retrovisores y espejos de manera que veas perfectamente todo lo que suceda a tu alrededor. En la siguiente imagen que hemos visto en Circula Seguro queda mucho mejor explicado:

 


 

Tu espalda te lo agradecerá, y además serás capaz de responder mucho más rápidamente ante un susto en la carretera.
 

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