La multa de tráfico de un político británico que destapó un cúmulo de mentiras

Una multa de exceso de velocidad que desencadenó todo lo demás. La cifra de 31 km/h de más que ha hecho que el ex ministro británico, Chris Huhne tenga que ingresar en prisión durante 8 meses y que sea la comidilla de estos días. Una falta que ha destapado todo un entramado picaresco que ha resultado a la larga ser mucho peor que la propia infracción cometida.

Como si se tratase de una película al límite, el antiguo ministro británico, Chris Huhne no debió imaginar nunca todo lo que le traería consigo su particular carrera en la autopista MY11 en donde el límite de velocidad está establecido en 80 km/h, mientras él circulaba a 111 km/h. Lo que empezó siendo una multa de tráfico por un exceso de velocidad, pronto se convirtió en una espiral de mentiras, dado que esta última infracción sumada a su extenso historial le suponía la pérdida automática del permiso de conducir.

Ni corto ni perezoso, activó su mente, las posibles excusas así como la picaresca a la que tanto estamos acostumbrados, y de todo esto afloró sin ningún tipo de remordimiento su supuesta salvación: su mujer. Ésta, una popular economista de Reino Unido se echó las culpas de su acción encima aunque esto más tarde paradojicamente no sirvió de nada porque Huhne perdió su carnet al ser cazado por la Policía hablando por el móvil mientras conducía.

Un gesto muy bonito/tonto según se vea, de lealtad de su esposa que ha terminado completamente envenenado. Esto se debe a que mientras Vicky Price, su mujer, aceptaba las culpas que correspondían a su marido, este político británico se refugiaba y no perdía el tiempo con una asesora suya llamada Carina Trimingham. Esto llegó a los oídos de la mujer y la bomba estalló.

Vicky Price se lió la manta a la cabeza y contó los trapos sucios de su matrimonio. Unas declaraciones incendiarias que han llevado al ex ministro británico y esposa a ser condenados por un juez a ocho meses de cárcel por su obstrucción a la justicia. Un culebrón de mentiras e infidelidades que se destapó tan veloz como la multa de tráfico que lo empezó todo.