En la actualidad vivimos rodeados y angustiados por las constantes noticias de corrupción, falseamiento y crisis. La recaudación de dinero a través de las multas de tráfico está a la orden del día y los conductores tienen que ser más precavidos que nunca si no quieren que sus viajes con el coche les salgan más caros de lo esperado. En tiempos difíciles se agudiza la picaresca y desde la suplantación se ha encontrado una vía fácil de escape no sólo para cobrar sobresueldos sino también para evitarse el pago de sanciones. Eso sí, hay algunos casos, más bien pocos, en los que se han visto obligados tras el destape a dimitir.
Este es el ejemplo de un afamado político británico, Chris Huhne, ex ministro de Energía y Medio Ambiente que tras ser pillado por la Justicia, se vio obligado a dejar su puesto. Todo empezó con una multa de tráfico por exceso de velocidad, algo cotidiano y muy familiar para cualquier conductor. Simplemente que por tener la osadía de haber «obligado» a su entonces mujer Vicky Price de identificarse para que cayera sobre ella la sanción tras las pertinentes investigaciones de los fiscales, se destapó la falta de caballerosidad de este conocido político británico.
Una falta que no sólo pondría en la cuerda floja a su matrimonio, sino que le ha servido para dinamitar su salida política al tratarse de un delito grave de obstrucción a la justicia, con el que una vez más y sobretodo en estos tiempos difíciles, nos sorprende un político. Huhne que tenía un largo historial de incumplimientos del código de circulación, había perdido nueve puntos y estaba a punto de quedarse sin el carnet de conducir, por eso actuando por miedo e impulsos adjudicó su propia falta a su mujer. Un delito que implica una renuncia, algo que definitivamente en estos días nos sorprende y más si es por una multa de tráfico.
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