La información tan pormenorizada que ofrecen algunas apps y que las sitúan entre las favoritas de los conductores, las ha convertido en un blanco fácil de las críticas, así como en la obsesión presente que pasa por retirarlas del mercado, ¿demasiada información de lo más eficaz? Un debate que en estos días roza los puntos más álgidos.
El choque de intereses es el auténtico protagonista de la polémica del momento. La proliferación de algunas aplicaciones que resultan de lo más útiles para los conductores, está trayendo una enorme cola, primero por la queja de los agentes y ahora desde las más altas esferas y autoridades, por la insistente crítica que nace de unas comunidades que ofrecen tan completa información para los conductores.
Bajo el nombre de Waze o de Social Drive se engloba una solución de lo más completa para el conocimiento de todos los movimientos de los agentes y los cambios frecuentes del tráfico. Las distancias, situación de las carreteras, tramos en obras y hasta la ubicación de no sólo de los radares, sino también de los controles sorpresas policiales, les ha valido a estas apps el calificativo de ‘acosadores de los agentes’ que en contra de esta apelativo ha tenido la mejor de las acogidas por parte del público.
La creencia de ataques a los agentes por esta informacion
Esta información de utilidad ha sido catalogada por las autoridades como un riesgo al facilitar demasiados datos de los agentes que pueden poner en peligro no sólo a los mismos agentes, sino también a la sociedad, de cara a atentados terroristas. Tanto es así, que agentes de seguridad americanos han pedido a Google en el caso de Waze, que desactive a su particular ‘acosador’, comprado por el buscador hace un par de años, poniendo en relación los ataques que sufren los agentes desde hace semanas con el conocimiento de todos los movimientos de los policías facilitados por esta aplicación.
También en el interés de la retirada de estas aplicaciones pesa un motivo económico. La ayuda prestada a los conductores resulta valiosa y les sirve como instrumento efectivo contra la lucha recaudatoria que en la actualidad es una constante en nuestras carreteras y ciudades. Un negocio demasiado interesante del que no quieren renunciar y de ahí que insistan en su petición de elevar estas críticas para lograr una ilegalización de estas aplicaciones. Una tarea difícil dado que tanta insistencia en poner multas para recaudar ha hecho que estas apps sean indispensables en el día a díapara los conductores que no cederán fácilmente a esta presión.
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