En busca de dar caza a los infractores que no respetan la distancia lateral de seguridad con las bicicletas, se ha buscado una solución para lograr un control de este tipo de situaciones, utilizando el camuflaje y la propia bici como elementos disuarios, los agentes circularán poniendo multas de total incógnito.
Una iniciativa que se venía comentando desde hace meses y que cada vez resulta una certeza mayor, con más visos de que se convierta en una de las polémicas del año. Tomando por referencia que en la mayor parte de los accidentes de tráfico en los que se ven implicados ciclistas, se debe a que no se respeta la distancia de un metro y medio de separación lateral, Tráfico está pensando en una medida sin precedentes.
A través de la idea de crear una unidad especial de agentes de tráfico camuflados, se va a reservar la vigilancia exclusiva del colectivo ciclista en nuestras vías. Esta unidad se moverá en bicicleta, pasará completamente desapercibida, pero siempre estará al acecho para sancionar al momento a través de láser, a los conductores que no respeten las normas y pongan en peligro a los ciclistas. Un castigo valorado en multas de 200 euros junto con la pérdida de cuatro puntos del permiso de conducir.
Petición del colectivo ciclista
Esta posibilidad que cada vez está cobrando más fuerza, surge a partir de la petición de mayor control y seguridad para los ciclistas a través de la Asociación de Ciclistas Profesionales que ya se han puesto en contacto con el Centro de Metrología para que homologue el sensor de medición láser, que permitiría conocer si se cumplen las normas.
Utilizando la técnica del camuflaje y de estar vigilados en cualquier momento sin levantar sospechas, se pretende que los conductores aumenten las medidas de seguridad por medio a las sanciones que no se harían esperar. Una solución que cada vez parece más definita para limitar este problema.
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