El cinturón de seguridad no entiende de excepciones y es la máxima obligación cada vez que alguien se sube a un vehículo. Tal es su grado de importancia que aun estando en situaciones verdaderamente comprometidas, los agentes no dudarán en imponer la pertinente sanción aunque con ello rompan un clima de lo más íntimo.
Los vehículos desde siempre han sido un refugio para los enamorados. Un rincón donde las parejas empezaban a despertar al amor y en donde los brazos furtivos contaban con más libertad de lo normal. Sin embargo no es buen momento para dar rienda suelta a la pasión dentro de un vehículo y menos si con ello se infringe una de sus principales normas.
El hecho de no llevar puesto el cinturón de seguridad, entendemos que para más libertad de movimientos, ha hecho que seis ciudadanos de nacionalidad suiza que se encontraban de veraneo en Ibiza, se lleven para casa sus respectivas multas de tráfico como recuerdo. La isla pitiusa en todo su esplendor del verano, unido a unos cuantos excesos, incitó a que varios de los integrantes del vehículo practicaran sexo de forma conjunta en la parte trasera en plena marcha del vehículo.
Gemidos delatores de la infracción
Los agentes en un rutinario control decidieron multar al conductor por presentar una conducción temeraria y al escuchar ruidos atrás hicieron lo propio con el resto de viajeros al pillarles en acción y constatar que no habían llevado en ningún momento el cinturón de seguridad. La sanción impuesta fue de 1.200 euros aunque se redujo a la mitad cuando los turistas se vistieron y la pagaron en el acto.
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