En la Plaza de la Creu de Castells no existe ninguna señal que prohiba aparcar, sin embargo las multas llegan incansables. Lo curioso de este caso no reside en el hecho de que aun sin señalizar se multe a los conductores, sino que las sanciones siempre van a parar a una misma familia que ya se ha cansado de tal discriminación.
La familia de Salvador Verdú ha decidido rebelarse ante tamaña injusticia y además de hacer público su caso, no duda en que emprenderán acciones legales contra el consistorio por esta supuesta discriminación. Una historia que se viene repitiendo y a la que no le encuentran explicación posible.
Todos los días se repite una misma escena en este pequeño pueblo del levante español, en torno a su plaza. Numerosos coches según testimonia esta dolida familia, aparcan rutinariamente en dicho emplazamiento al no existir ninguna señal visible que prohiba tal acción. Sin embargo el hecho de estacionar en este lugar le ha valido a esta familia dos multas que les llegaron con pocos días de diferencia. El motivo, se presentaba bien claro, su vehículo entorpecía el paso de peatones así como un vado.
Sin embargo estas afirmaciones han sido recurridas por la familia al propio Ayuntamiento, al considerar que se ha tenido con ellos un trato "discriminatorio" y para ello, ha aportado numerosas fotografías en las que se observa que "todos los días aparcan aquí vehículos y no se denuncia a nadie", tal como manifestaban indignados. Una elección que ha recaído en esta familia que no entiende por qué tienen que ser los "agraciados" para cargar con las multas de una supuesta infracción que comete todo el pueblo.