Todo alberga una explicación y si alguna vez hemos visto un coche extranjero y nos hemos preguntado por qué tenía las luces de otros color respecto a los nuestros, esto responde ni más ni menos que a la propia lógica y a las condiciones climatológicas que hay en cada lugar.
Cada vehículo debe llevar las luces de los colores que marca el código de circulación de cada país. Estas son muy similares dentro de los países europeos y las que presentan en todo caso alguna diferencia son las luces de cruce y las de carretera (o largas) en función de las condiciones climatológicas. Un ejemplo bueno de esto lo encontraríamos en los vehículos franceses que acostumbrados a tener niebla muy asiduamente, suelen utilizar luces de color amarillo para facilitar su visión.
Otros países se pasan a lámparas de luz ultravioleta que permiten una mayor visibilidad por la noche y a mayor distancia, debido a que sus carreteras cuentan con más obstáculos o peores condiciones dada la geomorfología del terreno. Sin embargo y en cualquier caso, si adquirimos un vehículo extranjero, tendremos que modificar los cambios que su sistema conlleve, para darlo de alto y que cumpla las condiciones vigentes en nuestro país.