La necesidad de recaudar no sólo en España sino también fuera de nuestras fronteras a través de multas de tráfico, es una práctica que se está extendiendo y que ahora se ha convertido en un auténtico problema para los conductores gallegos que viajan a Portugal.
El país vecino se ha puesto exigente y obliga a los vehículos a portar la denominada ‘Carta Verde‘ que dejó de ser impuesta en España en 1990 y que solo deben de llevar vehículos de países comunitarios. Esto ha dado lugar a que se disparen las multas de tráfico portugueses y los principales afectados por esta improvisada medida sean los conductores gallegos, que han acudido al presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, para condenar estas sanciones «oportunistas y sin justificación posible».
Desde la CEP se ha informado a los conductores que se vean afectados por estas multas de tráfico que en muchos casos alcanzan los 200 euros, para que no paguen el importe de la sanción y en lugar de ello soliciten el documento de la infracción para establecer el oportuno recurso. Una estrategia más, que unida al incremento de los peajes en las autovías del norte de Portugal en otoño de 2010, ponen de manifiesto la delicada situación por la que está pasando el país colindante que ha visto una buena solución económica en las multas de tráfico.
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