Los gastos de la compra de un coche nuevo y de su mantenimiento se pueden desgravar si se cumplen una serie de condiciones.
Autónomos y profesionales pueden deducirse gastos importantes
La campaña de la Renta está marcada este año por los efectos de la pandemia. Cientos de miles de trabajadores se vieron afectadas en 2020 por un ERTE y negocios de todo tipo tuvieron que echar el cierre debido a la crisis económica. Sea como fuere, es el momento de rendir cuentas con Hacienda y esta vez, más que nunca, debemos revisar cuidadosamente el borrador para que no se nos olvide incluir en la declaración los gastos deducibles.
Uno de los gastos deducibles corresponde a la compra y al mantenimiento de un vehículo particular. Pero antes de nada debemos remarcar que solo los autónomos y los profesionales que utilizan el vehículo para la realización de una actividad económica pueden aplicarse la deducción. Las personas físicas no tienen ningún tipo de exención fiscal a menos que la compra del coche esté vinculada a transporte de personas con discapacidad o movilidad reducida.
Autónomos
Los autónomos o aquellas personas que pueden vincular la compra del vehículo a la realización de una actividad profesional pueden desgravarse el 50% de las cuotas de amortización, intereses e IVA. Si además se trata de profesionales vinculados al transporte, ya sea de viajeros o de mercancías, representación comercial, servicios de vigilancia o autoescuelas podrán desgravarse la totalidad del IVA abonado por la adquisición de un coche nuevo.
El concepto compra contempla las diversas modalidades que ofrecen las marcas, incluyendo las fórmulas de renting y de leasing, que van ganando terreno frente a fórmulas más tradicionales. Para beneficiarse de las ventajas fiscales, el vehículo debe estar a nombre de una persona física no jurídica.
Gastos de mantenimiento
Por lo que respecta a los gastos de mantenimiento, los autónomos pueden desgravarse hasta el 50% del consumo de carburantes. Únicamente los transportistas, taxistas y similares pueden acceder al 100% de la bonificación. En cualquiera de los casos deben demostrar que el gasto en gasolina o gasoil guarda relación con su actividad profesional. Lo más recomendable es guardar los justificantes de pago de las cargas de combustible por si llega una inspección fiscal.
Dentro de los autónomos, los taxistas y los repartidores forman parte del colectivo que más desembolsos pueden desgravarse.
Personas Físicas
Como hemos señalado anteriormente, por norma general las personas físicas no autónomas no pueden acceder a las deducciones por la compra o por el uso de un coche. Sin embargo, hay un paquete de excepciones relacionado con el transporte de personas con discapacidad o movilidad reducida, así como cuando se trata de familia numerosa.
En estos casos, la persona que ha adquirido el coche -no necesariamente tiene que ser el conductor del mismo- tiene derecho a desgravarse hasta el 50% del IVA, que en este caso es del 4% en vez del 21% que se aplica por norma general. Ahora bien, hay que matizar que el coche debe ser nuevo y sin matricular, por lo que los vehículos de segunda mano o Km 0 no podrán beneficiarse de este tipo de bonificación.
La compra de un vehículo para el transporte de personas minusválidas desgrava
Las personas que acrediten una minusvalía igual o superior al 33% están exentas del pago del impuesto de matriculación.
Por otro lado, las familias numerosas también cuentan con ciertas ventajas fiscales relacionadas con la adquisición de un vehículo. Disfrutan de una bonificación del 50% en el impuesto de matriculación siempre que el coche se ponga a nombre de los progenitores.
Coche de empresa
Para Hacienda, la posesión de un coche de empresa es parte del sueldo del empleado. Si el vehículo está a nombre de la empresa, esta podrá desgravar hasta un 20% anual del coste total de la compra. Si el coche no va a nombre de la empresa y el empleado lo usa también para su propio disfrute se considera un rendimiento del trabajo, en concreto, una retribución en especie, por la que tendrá que tributar.
La valoración del vehículo depende de su eficiencia energética. En función de sus emisiones de CO2 y de su precio, el salario del trabajador se verá reducido por ese mismo porcentaje. Es decir, cuánto más sostenible es el coche, el empleado declara menos ingresos y, en consecuencia, tributa menos por sus rendimientos de trabajo.
Hasta un 30% de reducción
Cuando se trata de un vehículo cuyas emisiones de CO2 no superan las 120 g/km y su valor no excede de 25.000 euros se aplica una reducción del 15%. Si el coche es híbrido y cuesta hasta 35.000 euros, el porcentaje aumenta hasta un 20%. Finalmente, si se trata de un vehículo energéticamente eficiente, el recorte es del 30%. Además, este tipo de vehículos están exentos de pago del impuesto de matriculación.
Las personas con discapacidad o movilidad reducida y las familias numerosas también pueden deducirse los gastos del coche.
Plan Renove y Plan Moves
En contrapartida, el paquete de ayudas impulsado por el Gobierno por la compra de vehículos electrificados (Plan Moves) y nuevos en general (Plan Renove) tributa en la declaración. La aportación económica recibida por la adquisición de un coche nuevo debe incluirse como ganancia patrimonial. La cantidad que habrá que pagar a las arcas del Estado dependerá del cómputo global de la declaración y del resto de sus datos fiscales.
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