La Dirección General de Tráfico (DGT) en un alarde más de mostrar ante todo seguridad en el cuentagotas de normas que se ha propuesto llevar a cabo, ha decidido copiar el ‘Plan 30’ puesto en marcha en 2011 por el Ayuntamiento de Oviedo en el centro de la ciudad. Un modelo que pretende ser el mejor ejemplo en materia de seguridad vial dado que tiene por objetivo rebajar antes de que termine el año, la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora en todas las vías urbanas.

Esto unido a que también se prohibirá el acceso de bicicletas por las aceras, conseguirá en buena parte según la directora de Tráfico «rebajar los accidentes en ciudad» que tienen su principal causa en los atropellos a los peatones. Por ello, los aficionados a las bicicletas tienen una alegría contenida, debido a que el ‘Plan 30’ al reducir la velocidad en ciudad, les convierte en la mejor opción de transporte -además de ecológica- , sin embargo tendrán que conformarse con circular por sus zonas exclusivas habilitadas -las cuáles siguen siendo una cuestión bastante pendiente- al hacerse explícita la prohibición de que circulen libremente por las aceras como se hacía hasta el momento.

Las ciudades por tanto se convertirán en más seguras aunque desde luego que nos ralentizarán todos los recorridos, un nuevo debate que se abre y que pone en duda si estas extremas precauciones son realmente necesarias o comienzan a rozar la paranoia.