Coincidiendo con el verano, tiempo de vacaciones y de excesos en muchos aspectos, Tráfico quiere a base del encarecimiento de las multas por motivo de ingesta de alcohol o consumo de drogas, erradicar estos hábitos tan peligrosos para la conducción.
La Dirección General de Tráfico (DGT), tiene en mente la posibilidad de hacer pagar el doble las multas a los conductores por las infracciones relacionadas con alcohol y drogas. Esto supondría alcanzar los 1.000 euros para todos aquellos que excedieran la tasa de alcohol superior a la permitida o fuesen cazados tras haber consumido drogas, ambas sanciones calificadas como graves y que originariamente tienen un precio de 500 euros.
Esta propuesta de elevar el precio de las multas de tráfico por estos motivos concretos como son consumo de alcohol y drogas al volante, aparece casualmente en un momento óptimo aprovechando la reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. Una idea que está todavía en fase de estudio y que tiene previsto ser enviada al resto de ministerios para que aporten cada uno su visión y alegaciones antes de que se envíe al Consejo de Ministros para iniciar su tramitación parlamentaria.
Los límites actuales de consumo de alcohol es encuentran en 0,25 mg/l en aire espirado o 0,5 gr/l en sangre para los conductores normales, reduciéndose sus cifras en caso de ser profesionales o conductores noveles a 0,15 mg/l en aire espirado o 0,3 gr/l respectivamente. Superar estos límites fijados cuentan como infracciones muy graves al igual que el hecho de negarse a someterse a este tipo de pruebas de detección.
Una modificación más, que de ser aprobada, supondrá otro cambio dentro de los esperados por el nuevo Reglamento General de Tráfico en donde se prohibirán los detectores de radares, se podrá alcanzar los 130 km/h en determinados tramos de las vías rápidas, se hará obligatorio el casco para los ciclistas en ciudad o la eliminación de excepciones del uso del cinturón de seguridad entre otros puntos.
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