Si hace unos días se convertían en noticia y nos escandalizaban las declaraciones de unos agentes de la Guardia Civil que confirmaban que se sentían presionados por parte de las autoridades de Tráfico para que pusieran más multas a los conductores, en un claro gesto de afán recaudatorio, ahora la directora de la Dirección General de Tráfico, María Seguí se desmarca y subraya la completa “inexistencia” desde su departamento de estas prácticas tan poco lícitas.
La directora General de Tráfico que se encontraba participando en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, aprovechó para zanjar la polémica levantada y señaló que esas quejas de las que los agentes se hacían eco son “minúsculas” y señalaba que quienes las plantean tienen causas formales para plasmarlas. Del mismo modo, aclaró que la potestad para multar más o menos depende de la Guardia Civil y no de la DGT y que la voluntad de su sector se basa en “contribuir a mejorar sustantivamente la seguridad en las carreteras a través del cumplimiento de las normas de tráfico”.
Una polémica que no sabemos si con estas últimas declaraciones habrá dado sus coletazos finales o puede que nos siga sorprendiendo en futuros días. Estaremos atentos.