Recurrir multas aunque con las nuevas tasas suponga un miedo para los conductores, es la mejor solución cuando hay situaciones completamente increíbles en las que se intenta aprovechar por todos los medios y de cualquier manera, la mala situación económica que en la actualidad estamos atravesando.

Sin embargo un ciudadano de Castellón ha logrado hacer justicia y ganar la partida a la Guardia Civil, demostrando que las multas que le fueron atribuidas eran totalmente falsas. Las denuncias que le acusaban de no llevar el cinturón de seguridad puesto, de negarse al control de alcoholemia y salir del vehículo sin chaleco reflectante le implicaban el pago total de una sanción de 1.000 euros y la friolera cifra de 12 puntos menos del carnet de conducir.

El aparente motivo que hizo que los Guardias actuaran de esa manera tan poco ética y profesional, podría tener razón en que Carles Mateu tras la detención, habló a las autoridades en catalán aunque estas le instigaran a que lo hiciese en castellano. Según Mateu, esto «molestó a los guardias» y pudo ser el perfecto pretexto para que se le impusiesen tres multas falsas.

Un episodio más para completar las continuas polémicas que mantiene la Dirección General de Tráfico (DGT) primero con las presiones a la Guardia Civil para que multen más y segundo por las miles de sanciones mal tramitadas que tuvieron que devolver recientemente.