Si algo nos puede sorprender más, es que un profesor de autoescuela encargado de enseñar a los alumnos a conducir, los peligros de las carreteras, las buenas formas al volante y la manera más segura de llevar un coche con libertad, indique todos esos mandamientos bajo los efectos del alcohol. ¡Menudo ejemplo y paradoja!
Pues esto ha sucedido en la realidad, en concreto en Barcelona, donde un ciudadano avisó a la patrulla al considerar que el profesor de autoescuela presentaba supuestamente estado de embriaguez. Cuando la policía se presentó, en ese momento llevaba el coche una alumna y pudieron comprobar que el profesor desprendía un fuerte olor a alcohol, así como presentaba los ojos muy brillantes.
Las impresiones se hicieron realidad y tras hacerle la pertinente prueba de alcoholemia el profesor dio 0,75 miligramos por litro de aire espirado, el triple de lo permitido. Un verdadero shock para los presentes y que le ha costado una imputación al educador vial , por un presunto delito contra la seguridad del tráfico, interviniéndole el carnet de conducir además de ser citado a un juicio rápido.
La mejor forma de educar es con el ejemplo y esto demuestra que en casa del herrero cuchillo de palo.
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