En momentos donde interesa tener al pueblo contento porque están los votos en juego, desde los ayuntamientos se realizan sorprendentes maniobras que dejan muchas conclusiones al destape para el lector. Los radares se suprimen sin ninguna importancia reflejando lo poco que afecta para la seguridad vial este tipo de decisiones por contra de lo que se hace creer a los ciudadanos.
Cuando hay en juego votos, se cambian con celeridad las prioridades que hasta el momento venían funcionando en los municipios. Un cambio tan radical como visible que recientemente es lo que ha sucedido en Fraga, municipio de la provincia de Huesca en donde se ha producido una inversión de funciones al vehículo radar que hasta hace poco era el encargado de operar para que no se cometiesen infracciones en sus vías.
Frente al aviso publicado el 5 de mayo en la conocida red social de Facebook, en donde se especificaba la campaña de control de velocidad que este dispositivo de control llevaba, ayer se interrumpía esta forma de operar por parte de la Policía Local de Fraga, para dejar un lacónico mensaje en donde la policía explicaba la suspensión del uso del citado radar.
Radares selectivos según prioridades de los ayuntamientos
Al parecer por petición de Alcaldía, este radar ya no iba a realizar más controles de velocidad en la ciudad. Una maniobra que no ha sido vista con buenos ojos por parte del resto de candidatos a la alcaldía, considerando esta decisión totalmente populista, que «busca lavar la imagen, haciendo de esta medida un todo vale que se extiende a la seguridad vial».
Ciertos cambios que ponen en cuestión la fiabilidad de los radares para su trabajo con la seguridad vial y como método para evitar las infracciones, al poder sustituirse o cancelarse cuando otras cuestiones (como las elecciones) piden prioridad.
No solo en Fraga los radares están al servicio de la campaña electoral., me gustaría que publicaran el caso del madrileño pueblo de Parla, gobernado por PSOE,, que con nocturnidad, sembraron la localidad de radares situados estratégicamente, sin ninguna publicidad y escasa mala e inadecuada señalización y ninguna información a la población;, convirtiendo las vías rápidas en ratoneras, bajando la velocidad de 50 Km a 30 km. justo en la línea de rebasar el radar, o el la entrada Norte a la población que está situado a 200 m. del abandono de la autovía que se viene circulando a 90-100 Km. y reducen a 50 Km. a 10 m. de la línea del radar.
Estos radares se instalaron sobre el mes de Octubre-Noviembre, y según salió publicado, en en 2 meses, pusieron más sanciones que en todo el año 2013, bueno pues cuando ya estaba a la vista las elecciones, han retirado la gestión de las multas a la empresa que las llevaba, quedando los radares inoperativos, tapando las ventanas del aparato, hasta, me imagino, la toma de posesión de los nuevos responsables, que nos harán temblar de nuevo.
Un saludo
Ricardo.
Estimado Ricardo,
Muy buen ejemplo nos pones. Está claro que no siempre se vela por la seguridad y hay momentos en los que ‘oportunamente’ resultan molestos hasta los radares. Después del próximo domingo, seguro que el radar de Fraga, tanto como otros, vuelven de sus improvisadas vacaciones como buen método populista. Menos mal que les vamos ya conociendo… Muchas gracias por tu aportación, ¡Saludos compañero!