Con el fin de hacer más que efectiva la prohibición de la venta ambulante y provocar el temor, se ha optado en un municipio extremeño por poner multas de tráfico a quienes actúen de manera ilegal, considerando que hacen más daño este tipo de sanciones frente a otras.
Para sacar un dinero de más durante el verano, muchos son los que aprovechando la independencia de un automóvil se lanzan a la venta ambulante sin ninguna licencia ni permiso. Esta actividad que sólo es posible de realizar con un puesto fijo en mercadillos, trae de cabeza al municipio extremeño de Casar de Cáceres donde los improvisados ‘meloneros’ entre otros, con megáfono en mano van recorriendo todos los domicilios.
Un esporádico trabajo con el que están decididos a acabar desde el Ayuntamiento a base de multas de tráfico. Esta medida de castigar mediante sanciones relacionadas con el tráfico ha sido llevada adelante al considerar que este tipo de multas son más efectivas y hacen más daño al estar la posibilidad de por medio de quitar puntos del carnet de conducir para los casos más graves.
El temor a tener que hacer frente a elevadas cantidades así como otros perjuicios que se derivan de estas sanciones, ha logrado el efecto esperado y en lo que va de verano se han impuesto sólo en Casar de Cáceres una veintena de multas por este tipo de comportamientos ilegales. Una solución que desde la Policía califican como «provisional«, dado que para acabar con la venta ambulante lo mejor sería «que nadie en el pueblo comprara» y de esta forma se terminaría con esta práctica ilegal.
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