La OTA (Ordenanza de Tráfico y Aparcamiento) ha supuesto una auténtica revolución en lo que a materia de multas se refiere. Desde su instauración los conductores tienen ahora más ojo en donde y como dejan su coche, han cambiado sus hábitos de estacionamiento, sin embargo y pese a la sombra continua de multas planeando ante cualquier acción indebida, los guipuzcoanos cuentan con su particular calvario que recibe el nombre de zona azul.

Los datos lo dicen todo y si ya es bastante sorprendente que con la OTA se han multiplicado las multas como lo demuestra el ejercicio de 2011 con un incremento del 98,4% respecto al 2010, tendríamos que concretar que prácticamente la mayoría de este porcentaje responde a sanciones propiciadas por el incumplimiento de la zona azul, en total un 73,4%.

Estas multas en la zona azul que son de 20 euros cuando se trata de infracciones leves, de 200 las graves y de 500 las correspondientes a muy graves, se han convertido en una buena trampa para los conductores que confiados más de la cuenta,  dejan sus vehículos en ‘el territorio marcado de azul’.