La experiencia al volante nos hace confiados con el tiempo y este exceso de seguridad a tomar por costumbre una serie de hábitos que aunque sean inocentes tienen como consecuencias, multas de tráfico. Conocer estas malas prácticas es importante porque siempre hay un buen momento para corregir malos hábitos sin que tengan que llegar antes las temidas sanciones.

Entre las costumbres que los conductores han tomado como acciones cotidianas y que realizan sin reparos, destacan los acelerones ante semáforos en ámbar o la mala utilización de los carriles en una carretera. Prácticas que no sólo conducen a multas de tráfico, sino que también implican riesgos para la seguridad vial. A continuación vamos a detenernos en otras acciones que aunque parezcan inocentes pueden salir bien caras en un momento puntual.

1. El cinturón se pone al principio de la marcha
Podremos reconocernos en la situación de comenzar un camino y en mitad de éste, darnos cuenta que se nos ha olvidado ponernos el cinturón de seguridad. Pronto y ante un repentino ataque de responsabilidad nos lanzamos a enmendar nuestro error sorteando obstáculos y rezando para que no se ponga en verde el semáforo por el que tantas veces hemos protestado. Finalmente el cinturón queda puesto y hemos salvado la situación, pero si por cosa del destino hemos sido observados en todo este procedimiento podremos haber acabado igualmente con una multa de tráfico de 200 euros y la pérdida de hasta 3 puntos del carnet.

2. Aprenderse el uso de las luces
Cuando se tiene un coche hay algunas asignaturas que requieren ser aprendidas como nuestro mismo nombre. Una de ellas, es la utilidad de las luces. Las hay cortas, largas, de emergencia, antiniebla y todas ellas se utilizan para casos concretos. No están sujetas al azar. El uso indistintamente o no uso como es el caso de los intermitentes, grandes desconocidos para muchos, es motivo sin lugar a dudas de multas de tráfico. Por ello llevar las luces antinieblas puestas o utilizar las largas indistintamente, obviando los peligros que puede suponer, será sancionable con hasta 200 euros para los que se resistan a aprender la utilidad de este elemento en cada caso.

3. Cuidar el estado de los vehículos
No nos referimos a darles capas de pintura y tenerlos al último grito en tapicería y otros elementos que pueda incorporar. Cuando hablamos de cuidar el estado de los vehículos, hacemos referencia a elementos como las ruedas que tan fundamentales son en materia de seguridad. Para ello es fundamental que los neumáticos estén en buen estado, sin desgastes ni grietas que puedan minimizar la adhesión a las carreteras. En caso contrario las multas ascienden a 200 euros por cada neumático. Motivo suficiente para hacer revisiones periódicas de estos y otros muchos aspectos.

Suficientes razones para remover conciencias  y dejar las malas prácticas aunque sean inconscientes de lado.

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