El hecho de que nos llegue una multa siempre nos supone un contratiempo, además de por qué negarlo, de rabia porque por unos minutos o escasos segundos se nos ha ‘pillado in fraganti’ cometiendo algo que no debíamos de hacer. Pero la historia se hace más sangrante cuando estas multas están rozando el límite de lo surreal y además de causarnos el fastidio propio se convierten en las risas de nuestros compañeros o amigos que ven la situación más cercana al Club de la Comedia que a una cuestión legal. He aquí una pequeña muestra que podéis compartir con nosotros si habéis vivido algo similar. ¡Esperamos respuestas!

1. Multado por circular por el carril central
Debe ser que no todos los carriles de una carretera tienen la misma validez y sino que que se lo pregunten a una santanderia que fue multada por las autoridades por circular por el carril central en vez de hacerlo por el derecho. Esta multa que puede ser correcta si se llevase una velocidad inadecuada que dificultase el tráfico, en este caso nunca tuvo suficiente explicación para la conductora.

2. Perseguida y multada por tirar restos de una manzana por la ventana
Como si de una película policial se tratase, nuestra conductora protagonizó una escena al más puro estilo de 007 al verse perseguida por la policía en Inglaterra. El delito: tirar por la ventana los restos de una manzana. Sabemos que se trata de una conducta irrespetuosa y nada ecológica -aunque en este caso fueran restos orgánicos- pero la reacción de la policía al parecer fue bastante desmedida y más aún si puntualizamos que la persecución de las autoridades se hizo por vía aérea, en helicóptero.

3. Policía multado por no llevar el cinturón de seguridad en plena persecución
Y como nadie está exento de ir contra la ley, el colmo de un policía se cumplió en este caso. El agente que se encontraba en plena persecución de un coche que se había dado a la fuga tras cometer una grave infracción, se vio sorprendido cuando uno de sus compañeros de profesión le obligó a detenerse en plena carrera. El resultado, una multa de 150 euros y la pérdida de tres puntos por no llevar puesto el cinturón de seguridad. El policía en su defensa manifestó que llevaba el cinturon sin abrochar para desenfundar mejor su arma, en caso de tener que utilizarla y por ahora, pese a la situación, el caso sigue pendiente de una resolución.

 

 

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