En plena Operación Salida, Tráfico cuenta con un trabajo añadido al de mantener estable y sin infracciones las carreteras españolas. Lo último que llega desde Rusia para burlar la capacidad de control de los radares, es una pegatina que dificulta la lectura a los dispositivos, librando de las sanciones a los conductores.
En uno de los momentos de más vorágine y descontrol en las carreteras, ha surgido un nuevo problema que Tráfico está intentado controlar radicalmente. Es por ello que a los tradicionales controles, se le suma uno nuevo en las vías, destinado a comprobar que las matrículas de los vehículos no cuentan con la última artimaña en el mercado para burlar a los radares.
Se trata de una pegatina o adhesivo negro con idéntica forma a los números y letras de la placa. Éste se superpone a la matrícula original dificultando la identificación del vehículo ante los insistentes flashes de los radares. Una idea que ha proliferado y que es un nuevo problema para los agentes en las carreteras, tras hacerse oficial la prohibición de los detectores de radar a partir del próximo 9 de mayo.
Lejos de todo lo que se ha ido diciendo y poniendo en práctica como la laca o los discos colgados que reflejan e impiden la correcta fotografía de los radares, esta última modalidad venida de Rusia parece que resulta efectiva de cara a impedir la identificación del conductor que ha cometido la infracción. Por ello se ha convertido en preocupación y foco de control de los agentes en esta especial Operación Salida de Semana Santa.
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