Los lugares preferidos en Madrid  para la colocación de radares

La práctica de esconder radares en los lugares más insospechados es habitual en todas las ciudades y municipios de la geografía española. El hecho de hacer caja a base de estos dispositivos de control no se escapa a las autoridades, pero en el caso de Madrid la recaudación se hace más agobiante en las zonas urbanas e interurbanas donde se esmeran minuciosamente en lograr los mejores escondites para que estos pasen desapercibidos.

La mayor parte de la recaudación tiene su origen en unos pocos radares tal como ha plasmado en un estudio la web de ABC. Estos puntos calientes, situados para lograr tanto confusión como el exceso de confianza de los conductores, son los responsables de miles de sanciones al año y aprovechan determinadas circunstancias como una mala señalización o un rigor desmedido, para alcanzar estas elevadas cifras.

Dejando a un lado los radares móviles que merecen mención aparte y que persiguen cazar indistintamente a los conductores, en el caso de los radares fijos, estos tienen que estar sujetos a una señalización que sin embargo a veces peca de dudosa o poco visible para lograr que se cumplan las expectativas recaudatorias. En cuanto a colocación de radares no hay nada sujeto al azar y siempre se intenta buscar una vía por la que estos radares logren el mayor número de multas.

Precisamente es en la M-30 donde se encuentra uno de estos radares que más peligro tienen y que es más susceptible con la caza de infracciones. Se encuentra todavía en fase de pruebas y se sitúa en el punto kilómetrico 16,5 bajo el puente del Paseo de los Pontones, con la particularidad de que es un dispositivo multicarril que garantizará el límite de 70 km/h en esa zona a base de multas.

Otros radares especialmente conflictivos serían los situados en el punto kilométrico 22,1 de la A-1 con limitación a 120 km/h y en la A-2 el situado en el kilómetro 15 que no dudará en multar si se superan los 80 km/h. Lo propio hará también el situado en la A-4, de manera concreta en el kilómetro 13,3 y que saca sin pensar fotografía si se superan los 100 km/h.

El radar más odiado por los madrileños

Y si se habla de radares no nos podemos dejar a un lado los que más multan y están localizados en la M-40 y M-50. En el caso concreto de la M-40 a la altura de El Pardo y en el punto kilométrico 52,8, encontramos un foco especial de peligro, tanto como el situado en la salida de la A-3 en el kilómetro 42,8.

Y si hay un punto que a todo madrileño que pasa, irrita especialmente por su facilidad en poner multas de tráfico, es el correspondiente al túnel de la Calle Costa Rica, que hace su particular y continuada justicia a todos los que superen aunque sea por poco los 50 km/h.

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