Tal como han hecho nuestros países vecinos y viendo que los informes no son nada alentadores, el Ayuntamiento de Madrid tiene un plan modelo para en caso de que siga creciendo la contaminación, terminar con el tráfico en el centro. Conducir en función de si la matrícula acaba en número par o impar.
Se han intentado muchas medidas, apostando por la bicicleta en última instancia con la llegada de BiciMad, encareciendo los parquímetros según la antigüedad de los vehículos, pero nada ha conseguido los resultados esperados. Madrid sigue rebasando los límites permitidos por Bruselas desde 2010. Esto llevado ya a un punto drástico ha servido para que el Ayuntamiento de la capital adopte una serie de medidas bastante drásticas.
Entre los puntos que puede que en un futuro sean habituales para los conductores de Madrid, destacan la prohibición de estacionar coches a los no residentes y se llegará a limitar la velocidad a 70 kilómetros por hora si se llega a superar unos determinados niveles de contaminación por dióxido de carbono. Se trataría tal como ha definido la alcaldesa, Ana Botella, «de un paso más para controlar la calidad del aire, proteger a los ciudadanos de situaciones extraordinarias y cumplir con los estrictos criterios que se han fijado en lo relativo a conservación del medioambiente».
Sin rebajas para el transporte público
El gas que más alimenta esta contaminación ambiental está muy relacionado con el uso de coches y de manera concreta de aquéllos que circulan con diésel. Una realidad que se ha hecho más patente y creciente con la crisis, aumentando en estos años sus números. Y ahora tras esta batería de medidas, la polémica la encontramos segura, dado que se hace más restrictivo el uso del coche en la capital, pero lo ciudadanos exigen a cambio rebaja o gratuidad del transporte público. Algo que entre todo esto, no se ha contemplado.
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