Puede sonar utópico o inventado pero la ciudad andaluza de Málaga vivió ayer un día de paz absoluta al tener un respiro y por unas horas dejar aparcadas las multas. No era un Santo ni una festividad marcada. Simplemente la fortuna se puso del lado de los malagueños por unas horas. Los parquímetros no comenzaron a funcionar hasta las 10:30 horas y en vez de limitarse a poner multas a aquéllos vehículos que no respetaban los horarios marcados o no tenían el correspondiente ticket, la función de los agentes del SARE se basaba en informar a los usuarios del funcionamiento de dichos aparatos.
Sin embargo nada de esto era gratuito y el respiro tenía una explicación bastante clara y correspondía a la inauguración de la zona azul de la Malagueta que desde ayer a última hora se encuentra ya operativa. Esto supone 861 plazas convertidas en aparcamiento de pago que comenzaron su andadura más tarde de lo habitual al tener los agentes que encender los parquímetros uno por uno. Esto dio lugar a un retraso considerable que los conductores aprovecharon.
«Yo aparqué aquí a las 9.30 horas. Me he librado de pagar la cuota» declaraba Antonio Herrero, trabajador de la zona. Como él, muchos otros conductores respiraban aliviados viendo como la zona azul no estaba en funcionamiento y podían por unas horas, un día, saltarse a la torera las normas. Por esta razón y al no entrar en el tiempo estipulado, los agentes se limitaron sólo a informar. No aparecían billetes en los coches ni multas en los parabrisas. Sencillamente un día del todo normal pero perfecto para los conductores.
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